Nuevamente, una noticia errada sobre Messi y el Autismo, nos obliga a presentarles un artículo que publicásemos en SpacioLibre.
En un interesante artículo llamado Un transtorno que va más allá de la excentricidad, se cita al reconocido experto en Síndrome de Asperger, el Dr. Volkmar,
a propósito de si el científico Henry Cavendish tenía o no Asperger.
Volkmar señala “Desafortunadamente hay una especie de industria casera
dedicada a descubrir que cualquiera tiene Asperger”, para luego acotar
que Cavendish, en definitiva, era un tipo “extraño”.
Lamentablemente, desde hace mucho, se asocia la excentricidad,
extravagancia o simple rareza con el Síndrome de Asperger. Luke Jackson
hace las distinciones necesarias en su libro Freaks, Geeks &
Asperger Syndrome. Un denominador común de las personas socialmente
llamadas “nerds”, “freaks”, “geeks”, es su
gran capacidad de concentración en un objetivo determinado y su
inteligencia superior a la media, características que suelen presentarse
en el Síndrome de Asperger pero que aisladamente no configuran un
diagnóstico.
Un diagnóstico de Asperger, como hemos señalado en otro lugar, se basa en dificultades clínicamente significativas, es decir, que afectan realmente la calidad de vida de la persona en:
- Las áreas de la llamada “Tríada de Wing”: Comunicación, Relaciones sociales e Intereses restringidos.
- Tareas en Teoría de la mente, es decir, qué tan capaz es la persona de
comprender intencionalmente la conducta de los demás, qué tanto puede
comprender las intenciones del otro, el lado “cognitivo” de la empatía.
- ¿Presenta la persona dificultades sensoriales?
- ¿Presenta la persona un tipo de procesamiento de la información que tiende más a la sistematización que a la empatía?
Ahora bien, si hacemos una rápida búsqueda en Google bajo “famosos
con Asperger” podemos encontrar: nombres de personajes que no lo fueron o
no lo son, como Spielberg, Michael Jackson, Bill Gates…
Otros, podemos presumir que lo fueron si contamos con una biografía
lo bastante abundante… como Thomas Jefferson, analizado por Norm Ledgin y
Temple Grandin.
Otros podemos identificarlos como cercanos al espectro de las condiciones autistas merced al llamado fenotipo autista ampliado, es decir, existen personas que pueden tener rasgos que los aproximen al Asperger, al autismo, pero que no lo son.
Pero para vender y ser sensacionalistas es más emocionante pretender que Hitchcock tenía Asperger (no lo tenía) que Wittgenstein (quien sí, aparentemente, cumplía todos los criterios.)
Tim Burton no es Asperger. Messi tampoco (¿se imaginan la capacidad
de combinaciones que uno tiene que hacer para “leer” la gestualidad e
interpretar las conductas no verbales de 21 personas mientras se
juega?).
Debemos decir basta al comercio que el periodismo ignorante hace con
los diagnósticos, amparados en profesionales con afán de portada. Lo
único que estamos logrando es que se sobrediagnostique más, que esto se
vuelva una moda y que nos olvidemos lo esencial: tener Asperger no te
hace mejor o peor que nadie, es una condición de vida con sus luces y
sombras… y que tras el diagnóstico habita una persona, un nombre, que
merece de nosotros respeto e información, no clichés. Como todos en este
mundo neurodiverso.
@
http://eita.pe/generales/respetando-la-neurodiversidad-no-messi-no-tiene-autismo-sindrome-de-asperger-y-muchos-otros-tampoco
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